Muchas personas contemplan la posibilidad de mejorar la imagen de su marca trabajando sobre el logotipo o sobre la identidad corporativa de la empresa, pero pocas interpretan este desembolso como una inversión.
En esta pequeña entrada voy a racionalizar la oportunidad que supone trabajar la imagen de la empresa, o proyecto, para mejorar el rendimiento de la misma.
Imaginemos que monto una empresa destinada a vender ropa con una marca propia. En esta industria existe mucha competencia, asi que posiblemente te dirijas al mismo tipo de cliente que tu competencia. Estos potenciales clientes se encuentran ante opciones parecidas a primera vista, y es a primera vista donde hay que causar una buena impresión, ya que esto puede marcar la diferencia entre elegir tu producto o el de la competencia.
Un estudio de McKinsey & Company demostró que un diseño trabajado puede llegar a duplicar las ventas de tu empresa. Se pasaron 5 años registrando datos relacionados con la influencia del diseño en el rendimiento de las mismas. Más de 1.000.000 de acciones realizadas sobre el diseño, y más de 2.000.000 de datos financieros evaluados.
Se agruparon las empresas en 4 grupos diferenciados por los recursos gráficos que utilizaban, de manera que en un extremo se situaban las empresas con un buen diseño y en el otro las que tenían un diseño mediocre.
Los resultados fueron reveladores. Las empresas con el mejor diseño aumentaron en un 10% su facturación, incluso las que tenían una identidad y recursos más modestos aumentaron su facturación un 6,4%.
La conclusión es que el diseño influye directamente en las ventas, y no invertir en diseño es perder oportunidades de mejorar la facturación de la empresa. Páginas de venta, packaging, logotipos, iconografía, etiquetas, todo tiene un diseño que trabajarse para mejorar las ventas.
Si esto nos ayuda a comprender que el diseño afecta directamente a la facturación, ahora nos queda evaluar y valorar lo que podemos invertir, cómo afectará a nuestra empresa, y el tiempo que estimamos para recuperar la inversión.
Evidentemente el papel lo aguanta todo, pero es una razonamiento bastante realista. Una imagen que transmite credibilidad y confianza mejora las ventas, es algo natural, nadie contrataría o compraría productos que parecen malos, poco profesionales o improvisados.
Ahora te animo a que eches cuentas y valores la posibilidad de mejorar el rendimiento de tu empresa trabajando su apariencia y rendimiento gráfico.
[gravityform id=»36″ title=»true» description=»false»]
Último dato de regalo: El 78% de las compras de cualquier consumidor en el supermercado se basa en la influencia que la imagen de producto tiene sobre el mismo. El 93% de los encuestados basarán su compra únicamente en la apariencia visual del producto (fuente: kissmetrics).
Hola, me llamo Santi.